Copa del Rey: milagros solo hay uno
Si soy sincero, en mi cabeza había ideado un partido como el que había hecho la Penya ante el Baskonia. Como la brutal actuación de Nico Laprovittola. Pensé: ‘esa es la carta que tenemos. Si Brizuela se sale, habrá opciones’. Pero milagros, de haberlos en Copa, solo hay uno.
Qué espectáculo el del argentino. Ya era bueno en el Estu, pero con los de Badalona ha escalado a nivel de MVP. 36 puntos, 7 asistencias y 50 de valoración (récord histórico en Copa) para tumbar a Baskonia. Una pena por el ambiente, ya que la afición vitoriana es, junto con la del Real Madrid, la más numerosa de la Copa. Y un enfrentamiento entre ellos en semifinales hubiera estado muy bien…
Viajar a Marte nunca ha sido fácil
Lo han intentado varias veces y es el gran objetivo de la NASA: llegar al planeta rojo. Para ello, se necesita paciencia y mucho, mucho presupuesto. Allí, posiblemente, se podrían encontrar con los jugadores del Real Madrid. Son marcianos, cuando quieren. Sin la pasividad que para ellos significa la fase regular de la Liga Endesa, hoy sacaron el rodillo a pasear. El Estudiantes duró un cuarto, en lo que mantuvo el acierto, ya que la defensa colegial hizo aguas por todos los lados.
Es otro mundo. La diferencia entre las dos plantillas alcanza lo sideral. El Madrid no fallaba un triple liberado (48% al final del encuentro) y construía efectivas líneas de pase. En el Estu todo era improvisación (con un Gentile apagado y un Brizuela muy bien defendido), precipitación y fallos desde el segundo cuarto. Diferencias también en la pintura, donde los blancos jugaban contra infantiles. Por momentos, la Minicopa se trasladó del Magariños al Wizink Center.
Un estadio, por cierto, con mayoría madridista. Además de los fieles Bersekers (afición con más abonos de la Copa), multitud de merengues en las gradas. La eliminación de Baskonia, situados en el fondo de Goya junto a la Demencia, no ayudo a un ambiente parejo. Lo principal, el resultado, tampoco. El 123-51 de valoración lo deja claro clarinete. Lo de la desigual distribución de abonos, para otro día…
No hay más historia. La nave dirección Marte se estropeó pronto y la expedición murió. Sin embargo, las declaraciones de los jugadores del Movistar Estudiantes en rueda de prensa son significativas, a la par que acertadas. La Copa ha sido un premio y el mal partido -porque mira que ha sido horrible- no afecta a la buena dinámica de Liga Endesa, que es lo que verdaderamente importa.
Algo se puede sacar de la Copa. Un lema: Never Fucking Quit. Muy válido para los 14 partidos que restan de temporada. Objetivo: certificar, esta vez por méritos propios, que la plantilla del Estu puede estar entre las ocho mejores de la competición.
0 comentarios