Más difícil todavía (0-1)

Publicado por Victor Plaza en

Movistar Estudiantes pierde el factor cancha que tanto costó alcanzar. Ahora debe ganar al menos un partido en Burgos si quiere seguir teniendo opciones de ascenso a Liga Endesa. Lo de ayer (87-92) se decidió por detalles, pero también por decisiones tácticas, anímicas y hasta gestuales. Lo de ayer fue el primer asalto, donde el Estu compitió y tuvo razones para ganarlo. No hay que perder la esperanza y, al mismo tiempo, tampoco la realidad. La eliminatoria se ha puesto muy muy complicada.

 

Los vagones de O’Donnell se llenaban de camisetas y bufandas azules. 21:39 de ayer. El Estu acaba de perder su primer partido de los Playoffs de la LEB Oro. Y, háganme caso, nunca ha sido tan sencillo escribir esta crónica, resumen, análisis, desahogo, como lo quieran llamar.

Es fácil porque en el Metro, entre la afición, había un clamor. Bueno, dos clamores para ser exactos. El primero, el más suave: Estudiantes compite e incluso divierte. Estudiantes estuvo cerca de rascar la victoria. Estudiantes, qué diantres, jugó mejor que el Burgos. Fue más valiente y con las ideas más claras. Eso durante 32 minutos.

Pero, ah amigo, los partidos duran 40 y los 8 últimos son más importantes que los 32 anteriores, especialmente si no has logrado escaparte. En esos 8, Burgos lanzó su seria candidatura al ascenso y el Estu se hizo pequeñito. El equipo madrileño fue incapaz de igualar el físico del rival y, por supuesto, su extraordinario acierto desde el triple (15/31 triples). Además, el conjunto burgalés los metió en momentos digamos random (un minuto perdido del segundo cuarto) y también en instantes vitales (dos a falta de 1:30 para el final). No fallaban una, literalmente.

Y ante eso, poco se puede hacer. Ante un 50% en triples, rezar. Y, pese a todo, ahí estuvo el Estu hasta el último minuto. Para aplaudir y, sobre todo, para mantener de cara al siguiente encuentro.

Hasta aquí el baño y masaje.

Alberto, por qué?

El segundo clamor, mucho más persistente que el primero, es el ya famoso quinteto que alineó Alberto Lorenzo, entrenador colegial, a falta de poco más de tres minutos para acabar el tercer cuarto. Un tercer cuarto, normalmente fatídico para los dementes, que iba bien, más que bien. El Estu alcanzaba ventajas de hasta ocho puntos, y amagaba con romper el partido, para el delirio de un Wizink muy metido.

Hughes, Leimanis y Jorgensen campaban a sus anchas. Larsen, sin anotar, daba consistencia y defensa ante la pintura burgalesa. Smith cambiaba tiros y sacaba faltas importantes. Vamos, el plan según lo previsto. Solo se salía de lo marcado el extraordinario porcentaje de tiro exterior del rival. Algo anormal.

Entonces, Lorenzo da entrada a Atencia, Rubén Domínguez, Jawara y Aurrecoechea, junto con Hughes. Y el equipo, en un abrir y cerrar de ojos, baja el nivel defensivo, yerra tiros abiertos (que en un Playoffs no se deben fallar) y pierde la lucha del rebote. Ninguno de los cuatro estuvo a la altura de un partido así. Cada uno en su papel: Atencia estuvo inoperante en ataque y descaradamente buscado en defensa; Rubén falló triples que él sabe que no debe fallar en estos momentos, porque para eso juega aquí, y también se perdió en defensa; Jawara, como pollo sin cabeza, cuando normalmente es un jugador con una IQ por encima de la media, pues no fue el día; y Aurrecoechea pues bueno, entendible porque es el recién llegado (¿este es el mejor refuerzo que ha encontrado el Estu en el mercado).

El caso, que Burgos pasa de estar ocho abajo a irse uno arriba al último cuarto. El Wizink pasa de llevar en volandas a los suyos a darse un baño de realidad. La afición del Burgos se hace oír. Las sensaciones son malas. Los nervios, muchos.

Bocina: empieza el último cuarto. Lorenzo mantiene su quinteto. Hay discrepancia lógica en la grada, visto lo visto. Y el Estu está más de cuatro minutos sin anotar. Por suerte esta vez, Burgos perdona más de lo esperado, pero el partido es suyo. Por vibras, por energía, cualquiera que estuvo ayer en el Palacio lo sabía entonces.

¿Por qué mantener aquello que has visto que no funciona? ¿Por qué, para más inri, en un partido con tanto en juego? ¿Por qué Joseph Franch, que vino él y su veteranía para estos partidos, no vuelve a jugar en toda la segunda parte, tras hacer una notable primera? ¿Por qué Aurreoechea sí y Demetrio no? ¿Por qué no buscar la quinta falta de uno de sus mejores jugadores, Mahalbasic? Porque hay cosas que no puedes evitar (un 50% del rival en triples) pero otras sí. Y a estas alturas, hay que exigir el 100% a todos. Es un deber como institución histórica.

De vuelta al partido, regresaron los habituales pero ya era tarde. Salieron además con un plan distinto: volvieron los ‘isolation’, la improvisación y el 1×1 sin orden. Burgos tenía el control en la pista…y en los banquillos.

El otro partido

Lo resumía muy bien un tuitero habitual. El Estu lleva años perdiendo una batalla fundamental: la del arbitraje. Y aquí lo hemos dicho y redicho. La de hacer valer el factor local. La de dejar de poner la otra mejilla. Porque los árbitros no son robots. No aún. Son humanos: oyen, ven y sienten. Y ayer Curro Segura dio un clinic de control del escenario. De protestas, de gestos, de labia. En ninguno de los decenas de momentos de protesta fue sancionado con técnica. Es más, no se le avisó en todo el partido. Para mear y no echar gota.

Alberto Lorenzo debió hacer lo mismo, pues además tuvo razones para ello, ya que los colegiados no tuvieron el día en ningún aro. Pero no: nosotros calladitos, sentaditos, que no se nos vaya la cabeza en eso, total, bastante tenemos con lo nuestro. Ignacio Triana -que nos lee-, que tan claro habla siempre, debería tomar cartas en el asunto. Y no por ayer, insisto.

Y así, tanto protagonismo del staff visitante tuvo su efecto al final, cuando el trío del silbato permitió contactos físicos que antes no eran legales. Burgos, listo, aumentó su intensidad en el último tramo del 4Q y pilló al Estu con el pie cambiado. Eso, sumado a los cambios de Lorenzo, fue una bomba de relojería.

Afectó a la moral de los nuestros al tiempo de cometer pérdidas infantiles, o tener a Smith/Larsen subiendo el balón, o no quedar más opciones – Burgos también mejoró en defensa en el último tramo – de dar una pelota a Sola en la esquina. Y Sola no es Hughes, o Leimanis. Burgos supo a quién flotar y a quién no. Manejo inmensamente mejor el final del partido, pese a la lucha, ya tardía, de los nuestros.

Así que el partido se perdió en detalles y cuestiones tácticas. Pero esta vez, y creo que es una opinión generalizada, pesó más las decisiones del staff que los detalles.

Dijimos en la previa que no todo es Madrid. Y ahora todos los caminos conducen a Burgos, pues hay que ganar allí sí o sí. El domingo veremos si es un partido o dos. Dos, sinceramente, es misión imposible. Y uno, también con el corazón en la mano, es factible. La serie está igualada y ayer se demostró. Tiene cierto mérito, pues Burgos no deja de ser el mayor presupuesto de la liga, que le ha permitido reforzarse (de verdad) para esta fase.

Y quién sabe, el segundo partido tiene un valor anímico aún mayor: confirma o desmiente la inercia del primero y marca la moral durante toda la semana hasta el cambio de ciudad. Se mastica, se digiere con más días. Y si el Estu vence el domingo, habrá batalla en Burgos. Si pierde, lo que debiera haber en Castilla y León será un milagro.

 

PD: produce cierta nostalgia encontrarse a Nacho Martín y Javi Beirán ayer en el Palacio, viendo y animando a sus ex compañeros. Dejo la pregunta: ¿os imagináis un resultado distinto con ellos ayer en pista? Yo, por cómo fue el final del partido, tengo clara la respuesta.

 

Nos vemos el domingo en el Palacio y el lunes, pase lo que pase, aquí.

Fotos: J.Pelegrín


3 comentarios

Álvaro Egea · 27/05/2023 a las 16:57

En fin, leo y confirmo. El estu estuvo a punto de llevarse el partido pero quizás hemos asumido que somos de LebORO. Fue un gran partido y la afición se entregó, en algunos momentos el fondo de la Demencia no llevó la voz cantante. Mañana domingo más, y el Estu está obligado a ganar. Juana la loca, presente.

    Ava25 · 28/05/2023 a las 00:31

    Sí, lo de la Demencia lo pensé yo también.
    Muy raro que no estuvieran como en las grandes ocasiones.
    A ver hoy que es domingo

Capitán Ahab · 27/05/2023 a las 21:52

Nacho Martín y Beirán no tienen nivel para esta liga. Ambos lo demostraron el año pasado.

Detalles es una pérdida o dos que marcan el partido. No saber manejar el banquillo no es un detalle, es el trabajo del entrenador.

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