En la costa mediterránea esta vez, las “Women in black” tenían un partido complicado contra el gran Valencia Basket.

El Movistar Estudiantes venía con buenas sensaciones tras la victoria en la jornada anterior, pero el partido de hoy se presentaba complejo.

Ya en pista preparadas para jugar, salían por parte del Valencia Basket; Fingall, Bec Allen, Leticia Romero y Gulich, y por parte de las colegiales; Mawuli, Saravia, María “Zeta”, Whittle y Billey Massey.

Tras el calentamiento con la camiseta en honor a la jugadora Treffers, quien se rompió el ligamento cruzado de su rodilla el pasado fin de semana y a la que desde aquí deseamos una pronta recuperación, comenzaba el partido.

El inicio fue con poco acierto y muchos errores por parte de ambos equipos, tanto que el marcador durante los primeros tres minutos tan solo lucía con un 5-1 a favor de las locales.

Con el pabellón de la Fonteta de Sant Lluís a rebosar, las valencianas intentaban anotar, pero no había manera. Al otro lado las estudiantiles buscaban lo mismo que sus rivales, con el mismo resultado, no entraba nada.

El ritmo era alto, pero el juego denso, tanto que las jugadoras no se terminaban de asentar en la pista.

Nadie conseguía puntos fáciles, fallando tiros liberados, haciendo parecer que el aro estaba cerrado, que era más pequeño de lo normal.

Final del primer cuarto 15-7.

 

Comenzaba el segundo cuarto en la misma línea que los 10 minutos visionados anteriormente.

Como novedad salía a pista Raquel Carrera con los aplausos de su afición, tras volver a jugar recuperada de su lesión.

La garra de María «Zeta» anotaba dos puntos más a la remanguillé, intentando apagar el fuego de su equipo. Las colegiales no estaban jugando del todo mal, pero faltaban ideas y movimiento de balón.

Por fin, tras tres ataques consecutivos sin meter canasta, aparecía Billey Massey para anotar un triple espectacular dando un poco de aliento a las suyas.

Sin embargo, el Valencia Basket es mucho Valencia Basket y más si la base que está en pista es Cristina Ouviña, que tras varias inversiones de balón lograba superar a la defensa visitante.

Sobre la pintura las madrileñas, intimidadas por las valencianas no lograban sacar provecho de sus jugadas. Había una mezcla entre miedo y falta de ideas, además de los malos porcentajes en anotación.

Mientras tanto el Valencia Basket que no daba un balón por perdido, capturaba los rebotes ofensivos, anotando en esas segundas opciones, cosa que “mataba” a las visitantes, cada vez.

Final del segundo cuarto para llegar con un 32-17 al descanso.

 

Pocos puntos y mala defensa, había que crear ideas y cambiar de mentalidad si las “Women in black”  querían, al menos, plantar cara al conjunto valenciano.

Las de David Gallego salían con otra cara y actitud a pista, en donde ya comenzaba el tercer cuarto.

Jugadas de pizarra de Valencia Basket, que con la calidad de Queralt Casas, junto con la magia de Cris Ouviña y el talento de Bec Allen hacían del quinteto taronja un auténtico all star, claro está dominando en el marcador.

Pero «María Zeta», que por cierto, – para los despistados- es jugadora del Valencia Basket pero cedida en el Movistar Estudiantes, capturaba todos los rebotes y no daba un balón por perdido, sí señora.

Buenas conexiones ahora entre la canaria Leti Romero y la que apuntaba a MVP del partido Marie Gulich, que anotaba fácil desde la pintura, superando a su defensa.

En la jugada siguiente, con la confianza de la acción anterior, Gulich anotaba un triple obligando a David Gallego a pedir tiempo muerto.

Las «Women in black» estaban trabajando y esforzandose en la pista, con jugadoras como Juana Camilion luchando e intentando robar pases, pero el juego de las visitantes estaba siendo ineficiente, no parecía haber marcha atrás.

Tras el tiempo muerto, las cosas no cambiaron, el físico de las valencianas superaba en cada jugada a las madrileñas. 

Final del tercer cuarto con un 46-21.

 

Los últimos 10 minutos empezaban y aunque ya había un claro vencedor, las madrileñas debían intentar recortar al máximo la ventaja por el «basket average» de cara a la copa.

 

Una Queralt Casas, corriendo rápido el campo, anotando y robando balones obligaba a David Gallego a pedir tiempo muerto.

De nuevo problemas para el Movistar Estudiantes.

En la cabecera central de la pista, duelo de jóvenes promesas entre Elena Buenavida y  Paula Saravia que en cada partido demuestran una gran evolución.

El Movistar Estudiantes sacaba a pista a la cadete Adriana Díaz que con descaro y garra anotaba un triple con una sonrisa a modo de celebración, la que era su primera canasta en el baloncesto de “mayores”.

El partido llegaba a su fin y tras un claro dominio del juego por parte del Valencia Basket durante los 40 minutos, conseguía la victoria abultada con un 55-33 en el luminoso.

 

Toca reflexionar y corregir errores para evitar volver a cometerlos en las próximas jornadas.

 

Fotos: Movistar Estudiantes