Una más, uno menos
Movistar Estudiantes encara marzo sabedor de sus opciones de ascenso directo y de las complicaciones que las mismas implican. Si no se tuerce la cosa, será Granada el rival con el que se juegue el pase directo a la primera categoría del baloncesto español. Ese trascendental partido, aquí en el Wizink, será el 10 de abril. Una semana antes, la Copa Princesa, en la que el equipo de Jota será favorito y anfitrión. Un absoluto trámite, pese al trofeo en juego, en comparación con el partido del 10A.
Estudiantes no se ha movido un ápice en cuanto a sus aspiraciones y objetivos de esta temporada. Pese a lesiones de jugadores importantes, el club se ha movido bien y la plantilla sigue siendo extensísima, envidia de toda la liga. Otra historia, debate y discusión será cuánta limpieza habrá que hacer si se consigue el ascenso.
Porque la andadura del Estu en LEB Oro no está siendo ningún paseo. Es más, pocos partidos se han ganado con rotundidad. Cierto es que los de Jota siempre dominan y suelen vencer. Por detalles, por talento, por amplitud del roster, por lo que sea. O como ayer, donde un partido bastante ramplón y soso el equipo se fue a los 89 puntos, ganó de 26 y tuvo hasta a siete jugadores con mínimo 10 de valoración. La inercia del líder. O colíder, con respeto del Granada.
La de ayer fue una victoria más, un día más en la oficina colegial, aunque el cliente ya había dado el susto en el partido de la primera vuelta. Juaristi provocó el primer gran toque de atención de la temporada. El Estu estaba avisado. Pero los avisos, como las alertas luminosas del coche, son intermitentes. Vienen y van, al tempo que marca la concentración.
La misma que vino al inicio (28-18), se fue a segundo cuarto (17-23), regresó tras el descanso (24-8) y se esfumó en el final (20-26). Un vaivén de dinámicas que perjudica al mejor equipo, pues concede cierta ilusión al pequeño, que no suele tener problemas en jugar a la ruleta al tener mucho menos que perder.
Esa irregularidad fue lo más (y casi lo único) preocupante de ayer. Las desconexiones que permiten el acercamiento del rival y, quizá en otras ocasiones, pongan en grave peligro una victoria decisiva. Esos momentos de dudas están provocados de manera directa por el ritmo de juego que imponga el propio equipo. Si el equipo frena y no echa a correr, sufrimos. En estático hay evidentes problemas ofensivos, que se intentan resolver casi únicamente con posteos de Larsen y Beirán. Y oye, que no es mala solución. No digo eso. Pero el Estu en 5×5 estático es una plantilla previsible.
Nuevo ecosistema
La lesión de Jackson supone un replanteamiento de roles, minutos y sistemas en el Movistar Estudiantes. O al menos se considera una baja suficientemente importante como para observar cambios. Como en todo, con sus pros y sus contras. Ayer, casi todo pros. Como por ejemplo, el hecho de que todos los jugadores anotaron más de 4 puntos y siete de ellos alcanzaron los 10 de valoración. Jota repartió minutos como nunca, y así el Estu actual mantiene a toda su plantilla involucrada (Stoilov se recupera de un esguince de tobillo), aunque a distintas velocidades. Mientras jugadores como Dee o Rubén Domínguez (ambos competencia directa de Jackson), aún deben demostrar mucho mejor nivel -especialmente el americano por ser un jugador contrastado en la categoría- otros como Larsen o Nacho Martín se encuentran en su pico de forma.
Vayamos con los dos primeros, cuya relevancia en el equipo deja que desear. Sobre Dee, no está teniendo un buen año ni está siendo el tirador que demostró en LEB. Habrá que valorarle cuando la liga más apriete y en partidos de los decisivos, que ya están al caer. Si el americano nos da el triple caliente sobre la bocina para ascender, habría cumplido su papel. Así de simple.
Con Rubén el contexto es diferente, pues es un jugador que no está hecho. No para este nivel. No aún. Su proyección y talento queda fuera de toda duda. No hay más que ver su facilidad para fabricarse sus propios tiros. ¿Problema? Se juega con un balón y Domínguez lo necesita para generar y brillar. Sin Jackson, con el que comparte esta característica, tendrá más minutos y opciones de soltarse y fluir. Ayer lo hizo, pero con poco éxito: fue el colegial que más triples intentó (4) y el tercero con más tiros de campo (6).
Conviene destacar un detalle: los tres jugadores que más puntos anotaron fueron interiores. Larsen Que Bueno Eres (17), Nacho Martín (12) y Dos Anjos (11) evidenciaron la gran superioridad del Estudiantes en la pintura. Casualidad o no, es innegable que sin Jackson el equipo pierde puntos en el exterior y el plan de Jota puede ser, perfectamente, buscar la superioridad de la pintura.
El gran momento de regularidad de los grandes del equipo, sin olvidar a Djurisic, aporta garantías ofensivas, aunque en defensa las dudas no se disipan. Salvo con Beirán, con Sola y con Nacho Varela, el equipo sufre en la mayoría de emparejamientos, ya sea por velocidad o por tamaño. Aunque, insisto, el principal problema atrás es de coco y concentración.
Decía uno de los lectores más fieles que la inercia del Estudiantes este año ya estaba planificada por el staff y que, al mismo tiempo, genera ansiedad en la grada. No puedo estar más de acuerdo. Porque el Estu gana pero no maravilla, salvo contadas excepciones. Porque gana a un equipo del que no sabías su nombre hasta esa misma mañana, pero le ves sufrir como en ACB. Será cosa nuestra, de los aficionados, que nos hemos acostumbrado a pasar mañanas en un Palacio con quizá demasiados estímulos, entre música, juegos de luces y concursos por doquier. Pero lo que es baloncesto, se juega a trompicones mientras puedes escuchar las indicaciones y los gritos del entrenador desde la banda. Es una de las ventajas de un ambiente frío en un pabellón demasiado grande. Es la única.
Al menos este año se gana, que no es poca cosa, a la espera de la hora de la verdad. El tópico afirma que cada partido es igual de importante, pero no: hay fechas marcadas en rojo, victorias -o derrotas- que cuentan por dos. El del Granada del 10 de abril es uno de ellos. El del 10, no el del 2 de la Copa, no se confundan. Hasta Jota Cuspinera lo ha mencionado en rueda de prensa con un mes de antelación. Un mes que pasa rápido. Mientras tanto, la arena del reloj sigue cayendo y el Estu descuenta un partido menos para volver a su hábitat natural.
Fotos: J. Pelegrín
1 comentario
Nacho · 10/03/2022 a las 18:37
¿volver a nuestro habitat? Si pero ¿en qué condiciones? ¿Volver a ACB para más de lo mismo? A nivel de directiva no se ha producido ninguna regeneración por lo que nada hace indicar que se pueda volver a ilusionar. ¿Competir para evitar el descenso de nuevo? Bueno, primero que asciendan y luego ya se verá, pero nada de lo que está ocurriendo esta temporada, aunque se ascienda, hace que se recupere la ilusión por este equipo.