De bruces contra la realidad

Publicado por Victor Plaza en

Es un hecho: Movistar Estudiantes no está, a día de hoy, capacitado para ascender a la ACB. No, al menos, como campeón de la liga regular de LEB Oro. A esta fecha, el equipo de Javi Rodríguez ha caído en sus dos duelos más directos: palizón en la primera jornada en Lleida y derrota ayer contra Andorra. En ambos, los madrileños fueron netamente inferiores a catalanes y andorranos. Una diferencia, quizá, más abultada de la que club y aficionados esperaban.

Lo mejor de ayer fue el resultado, pues el Estu estuvo cerca de llevarse un partido que no mereció en términos globales. Andorra es mejor y, además, jugaron mejor. Se acabó lo de llevar el cartel de favorito: este año las victorias están caras, especialmente contra rivales candidatos al ascenso.

Hay rastro de impotencia en la derrota de ayer. Hay parte de excusas, y otra de fundamentos, y otra de sentimientos. Se formó un cóctel sabroso de primeras (9-0 de salida) pero que muy pronto se volvió monótono y confuso. Monótono porque Estudiantes es incapaz de crear provecho en estático. Un mal endémico, preocupante, grave. Ayer a la referencia ofensiva, Kevin Larsen, le llegaron escasos balones, y los que lo hicieron, siempre en posiciones alejadas del aro, esquinadas y escasamente efectivas. Andorra trabajó lo suyo en defensa, sí es cierto. Y aprovechó todas sus ventajas físicas línea por línea.

Confuso, porque no fue el partido de Javi Rodríguez y sus cambios: mucho Rubén Domínguez (luego hablamos) y poco Sola, cuando Speights, base rival, nos hacía un roto y un descosido jugada sí y jugada también. Con él se quedó Smith, que tendrá todo el salto y la envergadura del mundo, pero no pudo hacer nada ante la velocidad del base de Andorra más allá del prometedor inicio. Mientras, Adams en el banquillo. Curiosamente, salió en la jugada final, y, curiosamente, le robó el balón. Qué cosas tan evidentes.

El bueno de Sean lo dijo al míster en una de sus sustituciones- es lo bueno de estar detrás del banquillo-: «Not a switch, not a switch» (ningún cambio), negando con la cabeza. La orden era no cambiar, y no salió bien. Por ahí, por el centro en las penetraciones, empezó a sangrar Estudiantes.

La herida supuraba por momentos. Esta plantilla está construida sobre una base emocional, física y de carácter. Una llamada al caos constante, que provoca un juego tan divertido y eléctrico como inestable. Un ‘corro cuando puedo y qué bien lo hago’ que se traduce en rápidos parciales a favor, conexiones fugaces con la grada y caída lenta y prolongada si el rival te pisa el freno. Ahí, el mundo en estático. Ahí, problemas para Estudiantes.

Nombres propios

Después de Larsen, la baja que más puede notar Movistar Estudiantes es la de Jawara. ¡Cuánto se le echó de menos ayer! Pues el ex de Girona es la pieza más completa de la plantilla, la que aporta ese equilibrio entre ataque y defensa. Más aún ante un rival potente y físico como Andorra. Ayer el cuadro de Javi Rodríguez iba sobrado de escoltas (bueno, eso siempre) y falto de aleros físicos. Jawara, sin ser un 3, cumple ese papel. Es un parche, un comodín. Y sin el Joker, ya saben que la mano se complica.

Pero como a Andorra también le faltaban piezas importantes, pasemos página, como Dee y Dos Anjos visitando a sus ex compañeros. Ambos nos hicieron daño, para qué negarlo. Ambos a su manera, y en momentos muy concretos. Dee, tras salida de bloqueos, es un experto con gran acierto. Dos Anjos, además de madridista, es muy alto. Y ya. Suficiente ayer frente a Stoilov, que no cumplió la única misión que tenía asignada: anular al brasileño. El canterano colegial-si bien fue uno de los mejores en el anterior partido-perdió todas las posiciones por mala colocación. Por puros fundamentos. Por errores impropios de un profesional. A Javi Rodríguez se lo llevaban los demonios, pues la herida colegial, era, ahora sí, un poco más profunda por culpa de Dos Anjos.

El de Andorra fue otro encuentro en el que se evidenció la carencia del equipo en el puesto de base. Porque todo es de color de rosas cuando Atencia parece Curry, pero no suele ocurrir. O cuando Leimanis es regular, que tampoco. Ayer, une vez más, fue Larsen quien más asistencias repartió (tres). Y eso, de toda la vida, es un problema.

En el cajón de soluciones, el míster buscó el talento de Rubén Domínguez. El escolta español tuvo un día nefasto en el tiro (1/8) muy a tono con el conjunto del equipo (33%). Domínguez decepcionó en un partido grande, pues sí contó con la confianza y los minutos necesarios para ello. Es un jugador que basa su existencia en el 1×1, siendo el de ayer el mejor ejemplo, pues el Estu apenas fabricó algo más allá de eso. O que se lo digan a Jorgensen, más acertado que Rubén, pero igual de caótico. Y, pese a todo, el marcador. Equipo herido, pero vivo y con opciones de curación.

Faltó un punch final. Un héroe. Un Atencia y sus triples, un Larsen omnipresente. Algo. Faltó Hughes, que sigue en busca y captura. El tercer mejor anotador de la competición el año pasado aún no ha aterrizado en Madrid. Y yo ya no sé si es una cuestión mental, deportiva o de sistema. Decidme vosotros.

O Demetrio, éste aquejado de problemas físicos. Si a Hughes se le espera, con el brasileño hay más dudas. Ayer sin Jawara era otra ocasión perfecta, pero en siete minutos, un +/- de -13. En esos números anduvo Sola también, pero claro, el chaval tiene un concreto rol defensivo (que ayer no se explotó) mientras que Leo no sabemos todavía a lo que juega.

El mal y la novedad

Tanto si estuviste en el Palacio como si lo viste por televisión, te acordarás: la falta en ataque pitada a Jorgensen. La que no es, y ni me paro a explicar por qué. La que protesta muy airadamente Javi Rodríguez, al que el mismo árbitro perdona la técnica. Y no se confundan: cada vez que un colegiado perdona una falta técnica a un entrenador/jugador es porque sabe que no lleva razón, que se ha equivocado y que desearía rehacer la infracción anterior. Verdad no escrita de este fantástico deporte.

La verdad es que el trío del silbato la tomó con el bueno de Paul, al que también sancionaron unos dobles grotescamente inventados. Y aquí no pasa nada. Y aquí nadie alza la voz. Y aquí nadie se queja de las decenas de palos que recibe Larsen, no vaya a abusar (más) en esta categoría.

Y no: no perdimos por los colegiados. Es un clamor, pues la afición colegial suele ser bastante racional en estos análisis, objetivamente lo digo. Pero coñe, que siempre hay un criterio diferente, que siempre es un factor en contra y que siempre ponemos la otra mejilla.

En fin.

Como conclusión, y con una visión más opinable y de futuro, sigo pensando que el Estu tiene plantilla para competir hasta el final por el primer puesto de la clasificación. Me tranquiliza, en parte, que veo bastante igualdad de fuerzas entre los favoritos (por este orden, Andorra, Lleida, Estu, Burgos, Palencia y Valladolid). Todos se van a dejar victorias esperadas por el camino. Si algo aprendimos el año pasado, es que esto es muy largo, para bien y para mal. Pero la liga está abierta y disfrutona.

Y hasta nueva orden, el objetivo del club no debe cambiar: ascenso directo. Filtrar otra cosa sería no confiar en el grupo y en su desarrollo. Después, el tiempo nos pone en nuestro lugar. Y queda: llevamos menos de un tercio de la temporada. Paciencia, aún en este infierno.

Ah, ¿la novedad?: ese concurso virtual del descanso, que se hizo menos largo de lo habitual. Y con premios de verdad, no un cepillo de dientes eléctrico o un neceser de una autoescuela.

Más así (aunque mejor con victoria).

 

¿Qué te pareció el partido de ayer? ¿Qué jugadores te están decepcionando? ¿Confías en el planteamiento del entrenador? ¿Qué objetivo crees que debe tener Estudiantes este año? Es tu turno. Puedes responder a esto o decir lo que te de la gana en la caja de comentarios de abajo. ¡Te leemos!

 

Fotos: J.Pelegrín


4 comentarios

Ava25 · 05/12/2022 a las 11:37

Hola, para mí nunca fue un objetivo ganar la liga regular, pienso que este año hay más equipos con opciones de ascenso que el año pasado. Además nuestra plantilla es peor.
Quedar entre el 2-5 es fundamental y luego ya veremos si con algún temporero tapamos algunas carencias y somos candidatos de verdad

Pablo picazo · 05/12/2022 a las 17:21

Estoy pensando en que en una buena crónica y análisis, sí se hace referencia a la ausencia de un 3 pero ni una palabra sobre el ostracismo de Alderete.

Rafa · 06/12/2022 a las 01:10

Excelente análisis, poco que añadir, si me gustaría decir que lo que más siento es que este equipo no me engancha, no me transmite, podrá jugar mejor, podrá estar en la final a 4, podrá encadenar varias victorias pero le falta algo espiritual, le falta quimca con el espectador. Yo hecho muchísimo de menos la elegancia y el magnetismo de Edwin Jackson, el carisma y la distinción de Beirán, la prestancia y el poderio de Djurisic incluso la veteranía y la presencia de Nacho Martín. Sinceramente el año pasado disfrutaba de los jugadores por algo que iba más llá de su juego, este año , por más que lo intento solo veo a 12 jugadores con la camiseta azul

    Coyote · 06/12/2022 a las 09:19

    Disfrutabas de Beiran que se tiro 3/4 del año jugando andando y sin asumir responsabilidad?
    De Djuricic?Me río directamente,gran fraude.
    De NM?Prejubilado limitándose a tirar…
    El año pasado era el año,que mal configurado estaba la plantilla por dios, y con Nacho Arroyo,Alderete,Ruben…con ese banquillo no se aspiraba a nada.

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