Freno de mano

Publicado por Victor Plaza en 13/01/202513/01/2025

Burgos nos echa el freno. Iba el Estu enrachado hasta que llegó su máximo rival por el ascenso directo, y logró llevarse la victoria de Madrid. No sin sufrir (muchísimo) en un partido más propio de ACB que de Primera FEB, salvo por el deplorable arbitraje perpetrado un día más en esta máxima categoría de la FEB.

Analizamos las causas de la derrota, los errores de plantilla y staff, y las sensaciones que deja este duelo directo. Spoiler: de chill, que queda muuuucho.

Si queréis, empezamos por ahí, por el arbitraje, y nos lo quitamos ya…

Los del silbato es que son malos y punto. Pitan todo durante tres minutos, no pitan nada durante los cinco siguientes, vuelven a sancionar todos los contactos los siguientes ocho. Nos vuelven locos a todos. No hay criterio. No existe, o es cambiante. No lo saben ni ellos. No se salva ni uno. Menuda papeleta y menuda basura para la FEB, que urge de una limpieza interna como Dios manda. La mejor LEB de la historia no merece arbitrajes así. CADA FIN DE SEMANA. Equipos como Estudiantes, Burgos, Fuenlabrada, Betis, Gipuzkoa, Obra, Valladolid….no merecen este nivel. Qué hastío.

Son tan rematadamente malos que beneficiar a un equipo solo es imposible, y mira que ayer lo intentaron. Se equivocan (mucho) para todo el mundo. Ayer Jayson Granger pudo irse con alguna antideportiva de más, Cuevas metía más manos que los niños a una bolsa de caramelos, y a Andric le hicieron tropecientas faltas solo en la misma acción. Y nada.

Es verdad que no hay falta.
HAY SIETE pic.twitter.com/Acu8H12V8G

— Víctor Plaza (@VPlaza_D) January 12, 2025

Ayer se perdió y no por los colegiados, que conste, aunque sí considero importante la acción sobre Andric, por el momento del partido: se pasó de un posible -4 a un -8. El Estudiantes cortocircuitó tras esa injusticia evidente y se fue del partido, de lo poco que quedaba de él, que fue más un intento de engañar a los malísimos del silbato, con Francis Alonso a la cabeza, que de meter puntos.

Y Burgos mostró más madurez en momentos clave. Aunque claro, ellos eran los que iban por encima en el marcador, y habiendo remontando. La inercia estaba a su favor, y así es más fácil jugar los finales igualados.

Burgos también mostró una plantilla más metida en la batalla. No digo más compensada ni completa, pues la del Estu me sigue pareciendo el mejor roster de la competición. Pero ellos han llegado con todos sus jugadores a full, y nosotros en vías de recuperar a unos cuantos, especialmente de la segunda unidad.

Burgos podrá demostrar lo que sea, pero el Estu le dominó durante un 65% del partido. Dominar, sí. Y eso, simplemente eso, es una buena noticia para los 18 partidos que quedan. Los de Rivero ayer jugaron sus mejores minutos de la temporada, sin duda. La victoria, para qué engañarnos, estuvo muy cerca. Era un golpe importante sobre la mesa. Por eso duele más, pero a la larga, imagen dada, la herida ahora abierta sanará antes.

El Estu fue mejor durante más tiempo con un Granger al fin terrenal (luego concretamos), y compartiendo bola en los mejores minutos. El Burgos estaba completamente desarbolado ante Andric, jugadorazo. Lástima que Garino y Francis anduviesen desconectados ayer, pues su aportación (la de uno solo) hubiera decantado esto.

Partidos como el de ayer, de toma y daca, de rachas, se acaban decidiendo por detalles. Les tuvimos ahí con un +11 a mitad del tercer cuarto…y dos triples liberados, pero ni el de Granger ni el del Pato quisieron entrar. El balón hizo dos corbatas tras otras dos excelentes jugadas ofensivas del equipo. Luego Burgos no falló los suyos. Detalles.

La zona lo es todo

Rivero se la había guardado. Ayer era el día. El Estu saltó al partido con una propuesta defensiva no vista hasta entonces: una zona mutante en los primeros segundos de posesión, que precipitó al Burgos y le hizo fallar constantemente, sin posibilidad de pensar, colapsando el centro y con fantásticas ayudas a los tiros desde esquina.

Una zona que dio réditos y ventajas de hasta diez puntos. Una zona trabajada especialmente, que murió de éxito. Murió con el paso de los minutos. Murió por sobreexposición. Murió y fue la principal causa táctica de la derrota de ayer.

Y me fastidia, porque es de primero de baloncesto: la zona, ya como concepto, es un recurso ideal para cambiar dinámicas o sorprender al rival. Un recurso que cuanto más fugaz sea más efectivo es. Pero en ningún caso puede ser tu principal propuesta defensiva durante CASI TODO el partido. Y menos ante un rival como el de ayer.

Burgos anotó 56 puntos en la segunda mitad. 45 en 15 minutos. Inapelable 62% en T2, pero se lo pusimos en bandeja sin cambiar esa zona. Ellos supieron atacarla con la caída del grande tras P&R en cabecera, y acababan o por encima del aro, o desde los triples en esquinas de Corbalán y Lapornik que nos terminaban de rematar.

Y una vez más, a Rivero le cuesta reaccionar cuando el rival detecta su plan inicial y lo anula. Así, cuando quisimos reponernos, ya era tarde. Ahora, más pendientes de los árbitros y de las justificadas protestas, perdimos el balance defensivo y Burgos anotaba en prácticamente todos sus ataques. A remolque, complicado. Con un ambiente enrarecido, más aún.

No pudo ser.

La minutada de Jayson

Abramos el melón.

Granger jugó toda la segunda parte y yo, al contrario que la mayoría (supongo), hubiera hecho lo mismo. No puedes sentar a Granger ayer aunque se botara en el pie (que no era el caso). Me da igual cuánto de fundido esté. No, no le sientas. Otra cosa es el cansancio que arrastre de otros partidos en los que sí, quizá debió jugar menos.

Pero ayer era el día de ser consecuente con tu planteamiento. Y si hay JaysonSistema, lo hay hasta el final. Para lo bueno y para lo malo, porque la balanza sigue compensando. Y eso lo sabéis todos, hasta los más críticos con Rivero.

No quiero decir que si le hubiera sentado con +11 a mitad del tercer cuarto me hubiese parecido mal. Pero no sabéis lo que sufro yo en la grada cuando Jayson no está en pista. Y más ayer, que casi ni quería mirar nuestros ataques, porque todos me parecían el más importante de mi vida.

Dicho lo cual, Granger ayer no jugó de manera inteligente. No encontró a sus compañeros en el último cuarto, y en un jugador de su nivel -a años luz de esta liga- el cansancio no es excusa. Tuvo opciones y no compartió el balón. Quizá exceso de responsabilidad, quizá recuerdos de Vietnam…pero Jayson no fue el superhéroe que nos tiene acostumbrados.

Claro está, el equipo se colapsó sin el uruguayo a su nivel. Nadie acompañó, salvo Andric. Garino y Francis, dos habituales, se perdieron en la tensión. De la segunda unidad, Barro estuvo más que aceptable en la primera mitad, pero Rivero prefirió a Kravic para el tramo final, sin demasiado éxito. Schmidt, tirador por excelencia, simplemente le defendieron con mucha cercanía y contacto. No las iban a pitar.

El caso Sola

Si hay un jugador que ha perdido el sitio en el último mes de competición es Adams Sola. Y sorprende: pues con Rivero el año pasado era una de sus principales apuestas en sus quintetos. Pero ahora sus minutos se cuentan con los dedos de las manos, y su papel en el equipo está reduciéndose. El canterano arrastra algunas molestias físicas en las últimas semanas, pero disponible para jugar está. Entonces, ¿por qué?

Si Rivero busca enganchar a Alonso y Schmidt, compro. Pero no con Adams como moneda de cambio. Volvemos a lo mismo: utilizar a Sola en momentos clave puede decantar un partido. Adams es como la zona: fugaz pero muy útil. Ayer Corbalán, un tío que comparte posición con nuestro capitán, nos hizo tres trajes a medida, y no hubo reacción de nuestra parte. Empeñados en la zona, teniendo a uno de los mejores defensores de perímetro de la liga calentando banquillo, y el de blanco enchufando como un descosido.

Grotesco error de Rivero, en mi opinión. Y claro, a toro pasado qué fácil es analizar un partido, pero cuándo lo hacemos si no. La cosa es más evidente todavía si se observa el perfil del jugador: Sola no sorprende a nadie, es un jugador netamente defensivo que se debe utilizar como perro de presa ante el mejor exterior del rival, con más inri en un partido en casa, directo e igualado. Joder, Pedro, era de cajón, copón.

El rebote indefinido

Movistar Estudiantes lidera varias categorías estadísticas de la liga, y está entre los mejores en casi todas ellas. Pero hay un agujero sideral en el rebote defensivo: el Estu es el equipo que más puntos en segunda oportunidad concede de toda la categoría. Un debe incesante y urgente de resolver para arreglar partidos como el de ayer.

El del rebote ofensivo es un mal sabido dentro de la plantilla, que me consta que intentan resolver desde hace meses. Y quizá no es tanto en número (ayer Burgos capturó 5 más en total) si no en el momento en el que se producen. Y seguro es más problema de desconexión que de técnica. Pero bueno, que ahí hay una ficha de extracomunitario libre. Y quizá encontrar un reboteador puro en el mercado no sea una mala opción, pues solo está Héctor Alderete como especialista en ello, y éste venía de un proceso gripal el día anterior. Solo jugó ocho minutos…

Ataque de nervios

Más detalles decisivos: la gestión de las emociones en el tramo final. Capitán a posteriori lo sabe todo, pero sí convendría echar una ojeada de nuevo al último cuarto, y comprender por qué Burgos parecía jugando a la consola desde el sofá de casa y nosotros jugándonos poco más que la supervivencia como club.

Hubo ansiedad en los últimos ataques, precedidos de ese enésimo cambio de criterio arbitral. En un equipo profesional, no vale como justificación pero sí como comprensión. La ansiedad llevó a fallos importantes en la circulación de balón y en el balance defensivo, entre otros. Y aunque la derrota sea un cúmulo de circunstancias, lo que a uno se le graba -como pesadilla en este caso- es estos instantes finales. Este cara o cruz que no supimos manejar desde la mente. Burgos también pareció superior en ese apartado.

Una derrota es una derrota

Los resultadistas nos lo comemos con patatas. Da igual la lucha, someter, dominar a tu rival, si acabas palmando. Tanto de importante es ganar de cualquier manera como perder en toda circunstancia. Y la derrota es doble en este caso.

Pero ya está.

Ni ganando once seguidos éramos imbatibles ni ahora el ascenso directo está resuelto. La batalla se pierde pero la guerra continúa. Y se espera larga. Burgos tendrá sus tramos de dudas, como los tuvimos nosotros en Morón y CÍA. Burgos perderá, no van a ganar 18 seguidos. Y ahí debemos estar nosotros, al acecho, con un calendario muy exigente fuera de casa, pero con plantilla (este año sí) para ganar en cualquier cancha. También en el Coliseum y por seis puntos en la última jornada. Aunque todo parece indicar, y así lo espero por temas de salud, que el ascenso ya estará decidido para entonces.

Ojo ya mismo a la siguiente jornada, pues tanto Burgos como Estudiantes juegan contra rivales de la parte alta de la tabla: Estu el viernes 20:30 en Gipuzkoa y Burgos el sábado a las 20:00 contra Ourense, sin olvidarnos del Fuenla, que recibe al Betis ese mismo sábado a las 18:30.

Fotos: Movistar Estudiantes

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