Lo de ayer lo gana Carlos Suárez. Esto lo primero. El Chimpa es el que más pasión, ganas y cabeza pone de toda la plantilla. Esto lo segundo. Ayer se ganó bien con un Carrera aún en adaptación, y más pendiente del entorno que del partido. Esto lo tercero. Y esto último habla genial del roster y del partido ante Alicante. Treinta más como ayer (o incluso alguno menos) y campeonamos.

 

Siempre debato para mis adentros si la afición del Estudiantes es exigente, o pasota. En los extremos estamos, eso lo tengo claro. Hasta podemos ser un poco de las dos cosas: la mediocridad lleva a exigir muchísimo a un club en coma inducido. Quizá por encima de nuestras posibilidades.

La realidad es que vamos 3-1, ganamos con suficiencia a un rival nada sencillo como Alicante y aquí se queja todo el mundo. Vinagres. Aquí todo Cristo está con la mosca detrás de la oreja ,imagino que por las hostias de los últimos años. Salvo los que vienen a bailar y a celebrar cumpleaños al Wizink, que les va dando todo igual, DJ mediante.

Pero los que sabemos o creemos saber de la película, no nos gusta casi nada. Y lo digo por vosotros, pues si algo hemos sido y somos aquí es optimistas. Por lo menos este año.

El caso: hasta en un partido como el de ayer se saca punta a todo. Los dardos apuntan a Carrera. Y oye, aburrirte viendo al venezolano es imposible. El tío está a todo. A demasiado. Hubo hasta desplante al entrenador en el primer tiempo. En un momento rarete, donde el Estu fue al tantrán, como venía haciendo en otros encuentros. El escenario, un Wizink gélido, como es habitual. Mira, admitámoslo: la LEB Oro interesa a cuatro enfermos. Hay que subir ya de ya.

Rivero vive cabreado, aquí no hay debate posible. Y hace cosas distintas: está buscando el encaje de piezas, el juego de egos. Por eso las minutadas de los titulares, una rotación más lenta, y el mimo extremo a Carrera. Tenemos que hablar de él.

Ojos en Michael

Sabe Rivero como todos que buena parte de nuestras expectativas de ascenso pasan por ubicar a Carrera de manera eficiente en los esquemas y en el modo de juego. Esa es la primera urgencia del Estu. Tener al MVP durante dos temporadas de la categoría no es moco de pavo (nunca entendí esta expresión). Es un lujo que pocos equipos se pueden permitir.

El lujo llama la atención. Al lujo hay que vigilarlo, pues todos andan detrás de él. Y Carrera ayer se templó. Un poco eh, tampoco vamos a pedirle un IQ sobresaliente. Nos dejó sus discusiones con Rivero primero, con Larsen después. Denota precipitación, ganas de agradar. Esperemos que el tiempo le moldeé, y que el staff sepa controlar sus instintos. Por ahora le tienen a raya y a la mínima visita el banquillo. Y me parece una decisión estupenda. Nadie por encima del equipo. Ni el MVP.

Ayer fue el mejor partido de la temporada. Con sustanciales conclusiones. Una de ellas la adelantamos en verano: Adams Sola puede jugar lo que quiera con Rivero, siempre que esté a su máximo nivel defensivo. Madre mía, los famosos intangibles. Va sobrado. Es el pegamento atrás, la mosca cojonera. Ha adelantado en la rotación a Sergio Rodríguez, el teórico alero titular. En la grada pensábamos que estaba lesionado, pero no, salió a cancha a falta de cuatro minutos. Un toque de atención clamoroso de Rivero, que veremos si no se convierte en rutina. Si Rodríguez sale a al trote como ayer, puede venir vestido de calle y sentarse conmigo detrás del banquillo, que se ven muy bien los partidos. Eso merece su actitud ayer.

Factor Carrera aparte, el Estu empezó a hacer verdadero daño a Alicante en el juego interior. Las torres visitantes se cargaron de faltas y su segunda unidad no estuvo a la altura. Larsen se puso las botas, amasó balón y existió creación desde el poste; los nuestros atacaron con mayor claridad. La diferencia de fondo de armario, junto con el aumento de la intensidad en defensa, resultó ayer decisiva para decantar la balanza.

Bueno, eso, y Francis Alonso, que veía el aro como una piscina. El ex de Unicaja apareció cuando más lo necesitaba el equipo, y cuando más embarrado estaba el partido. Secundado por el siempre fiable Dee, fueron un martillo pilón para la defensa alicantina. El Estu tuvo grandes momentos ofensivos corales (22 asistencias), y un acierto notable: 40% en triples. 

Pero esto, ya saben, lo gana Suárez.

Chimpa, 23 años

15 minutos, 9 puntos (3/4 T3), 4 rebotes y 4 asistencias, 21 de valoración. Eso es su pura estadística, que en este caso le hace justicia. El equipo fue otro con Suárez en pista. Tanto en ataque (por volumen de tiro y por IQ), como en defensa (rebotes, punteos y ayudas). No es solo lo que Suárez genera si no lo que evita. Lo metido que está. La veteranía, el elegir esfuerzos y pases. Ayer Suárez dio un clínic como si fuera un veinteañero. Ayer, sin él, el Estu se hubiera metido en algún que otro susto. Ayer Carlos evitó que una desconexión relajante del equipo metiera en el partido a Alicante.

Se fue ovacionado al banquillo, donde no dejó de animar a sus compañeros, con especial atención en Hugo. Chimpa parece perdonado. El pasado, frente a un presente con tanta pasión y entrega, importa un bledo.

Cositas al pie

Jugó Hugo López, que es una novedad. Por dentro Rivero repartió minutos, quizá consiste de lo apretado del calendario próximo. El Carrera-Larsen parece establecerse como pareja de baile principal, pese a sus más y sus menos.

Insisto en lo de Sergio Rodríguez. Veremos el miércoles, ¿mantendrá Rivero el señalamiento?

Pedazo afición la de Lucentum, que quede escrito.

Recuperamos una versión pasable de Leimanis. El base suplente se antoja fundamental para un equipo aspirante al ascenso directo.

Hay tres anécdotas destacables de ayer. En las tres está el amigo Michael. Una: el desplante a Rivero del tercer minuto, y el entrenador no dudó en sentarle. Sí se lo pensó más adelante, cuando el venezolano cometió su tercera personal, y Pedro sacó de la pista a Suárez en vez de a Carrera. El Chimpa, como está a todo, no entendía nada, y así se lo hizo saber a Rivero. Creo que no hay un jugador más expresivo que Suárez en todo el baloncesto nacional. Total, que el entrenador mantuvo a Carrera en pista -por eso de que no se enfade- pero apenas tardó dos minutos en sentarle.

Y la última, ya con el partido resuelto. La Demencia empieza con el «Directiva, dimisión» -ayer más secundado, aunque tímidamente, por el Palacio – y Carrera se encoge de brazos mirando a la afición:

- Pero qué decís, si vamos 20 arriba-.

- Bueno, Michael, ven y siéntate; es una larga historia-.

Próximo partido

Este miércoles -festivo- a las 13:00, contra el Tizona (también 3-1, ojo). He pillado la última entrada disponible, así por puro azar. Saludos a los que votaron por el Magata para estos partidos en vez de Torrejón, pues han dejado a 1500 personas – o más- sin poder ver el partido. Además, ya ni Movistar echa los partidos del MOVISTAR Estudiantes. Da para meme.

 

Fotos: Movistar Estu