Tres cortafuegos

Publicado por Victor Plaza en 14/03/202114/03/2021

Movistar Estudiantes sacó adelante un partido muy importante ante el Bilbao (95-89). Un choque con tintes antiguos, en el que Estudiantes volvió a ser superior, volvió a demostrar su potencial defensivo, volvió a distanciarse en el marcador con ventajas muy cómodas, y volvió a tener miedo a ganar. Pero esta vez, y con todo merecimiento, el fuego no destruyó nada.

Con todo merecimiento, victoria. Con todo sufrimiento y con todo el enfado posible, ya que por causas ajenas al club, casi birlan el triunfo. Es indignante las decisiones arbitrales en general, y más concretamente las que se producen al final. Avivan un fuego candente y alcista, que suele quemar sin avisar. Nos tienen que explicar cuándo sí vale ir al Instant Replay, o cuándo sí es técnica y no falta, o antideportiva y no personal normal. O por qué sin excepción siempre hay tal diferencia de faltas entre el Estudiantes y su rival. Porque hay dos criterios y no es la primera vez que ocurre. Qué injusto y cansino al mismo tiempo. ¿Hay que imponerse?, ¿conviene no decir nada?. Lo primero y cuanto antes.

Habituados a andar sobre ese bosque propenso al incendio, Estudiantes tenía cortafuegos preparados. El primero y más importante, la conjunción como equipo. Seis jugadores se fueron por encima de los diez de valoración, y nadie estuvo fuera del partido. Todos los que pisaron al menos un segundo la cancha tuvieron su razón de ser y su valor. Todos: revisen la estadística.

Además del extintor general, hay que hablar de dos particulares. Uno, Gentile, que volvió a un nivel menor pero que funcionó hasta mejor. Hizo tres cosas bien y no siete bien y doce mal. A menos protagonismo, más importante es. Ayer fue fundamental en la defensa del último minuto y en el último rebote ofensivo. Cortafuegos.

Y para extinguir las llamas, JJ Barea, que logró la canasta final. Vino a Madrid para estos momentos, precisamente. Para ser determinante y especial. Canasta para cerrar el choque y evitar un escándalo más.

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De las dudas al dominio

Estudiantes ha pasado en menos de un mes de ser un equipo a remolque del rival, con dudas y temores en cada acción, a soler dominar y llevar el mando, con mayor distribución del balón y más argumentos ofensivos que el simple 1×1.

Se nota la llegada de Jota a la par que el crecimiento del equipo, que va sumando piezas y no restando. Ayer fue Gentile, pero también se le ve mejor a Jackson, o en un rol más importante a Roberson, o a Brown en un esquema más concreto y, por tanto, más efectivo.

Estudiantes vive de su anotación porque sigue siendo un equipo frágil atrás. Por nombres hay mucha calidad en perímetro, que hace aguas en cuanto se deja de compartir el balón. Suena a tópico, pero en esta plantilla es una realidad espectacular. Y cuando el egoísmo se mezcla con la euforia, caos y manos al corazón. Ayer, de nuevo, los nuestros lograron ventajas más que amplias (superiores a quince puntos) y en un momento del partido ya avanzado (tercer cuarto). Y, una vez más, el rival remontó. Es el gran aspecto pendiente en la agenda del cuerpo técnico: canalizar esas emociones y mantener las ventajas.

De no ser así, uno se acaba jugando el partido a míseros detalles. Por suerte, el Estu sí supo jugar el tramo final, pese a la ya comentada intromisión del factor arbitral. Sin efecto público, además, tienen vía libre para pitar lo que quieran, que es diferente a lo que vean.

Juegan once

Me detengo otro poco en el completo partido del equipo. Dime un nombre y te digo más aciertos que errores. Creo que es la primera vez que ocurre, excepto en la primera victoria ante Gran Canaria. Las rotaciones largas -a veces larguísimas– de Jota tienen su fruto, ya que el jugador acaba entendiendo esa confianza en su trabajo a favor del grupo. Y, por supuesto, los quintetos están más compensados.

Vamos con la lista de la clase:

¿Vicedo? No se pueden  aprovechar mejorcx  sus minutos. Es pieza fundamental para equilibrar los quintetos, porque suma en defensa y en intangibles como pocos. Quién lo diría hace un mes. Parece que mantiene una estabilidad, pese a que estuvo casi inédito en la segunda mitad.

¿Delgado? Seguramente el más desaparecido ayer, que choca con su constante progresión. Pero si revisan la última posesión, defiende perfecto a Hakanson. Es el desajuste pequeño-grande que menos importa a Jota. Y con razón.

¿Barea? Decidió el partido, y que no pasen desapercibidas las siete asistencias, que seguro que Jota valora aún más. No le tengáis en cuenta lo de que ‘pase’ de los tiempos muertos: estuvo 15 años en la NBA y allí se destilan estos códigos.

¿Gentile? No os extrañe que juegue de cuatro en no pocos momentos de los partidos. Es un arma más, con sutil acierto y fuerza (cuando quiere) para cargar los rebotes ofensivos y defensivos. Sabe defender y lo demuestra a su ritmo. El resto ya está explicado

¿Arteaga, Djurisic? Si el orden es favorable, máximo para Víctor. El internacional español aumenta credenciales atrás y se entiende muy bien en ataque con cualquiera de los exteriores. El día que haga menos faltas (o las mismas pero más inteligentes) lo bordará. Sobre Djurisic, cambios: ahora tiene orden de ser amenaza exterior y lleva un 55% en el triple en los últimos tres partidos. Olé.

¿Jackson? Ya no solo es implicación y compañerismo, si no mejores selecciones de tiro y papel alcista como jugador defensivo, al menos ayer el entrenador le dio esa responsabilidad en el último cuarto. Va hacia arriba.

¿Avramovic? Acostumbrados a los 20 puntos, nos parece partido flojo del serbio. Pero lo que tiró, lo anotó en su mayoría, aunque fue el mayor éxito defensivo del Bilbao. Pero es una noticia vital que el Estudiantes sepa ganar sin la mejor versión de su mejor jugador esta temporada. Fun da men tal.

¿Roberson, Brown? Pues los dos hacen lo que mejor saben, tirar. Y punto. Roles específicos en un ecosistema más ordenado. El base jugando además minutos clave (en detrimento de Barea) y el siete pies aplicándose hasta en defensa.

¿Y Stoilov? Pues 52 segundos del chaval y sus primeros puntos en ACB: un mate por línea de fondo para la foto. Ni tan mal.

No sé si estoy yo muy ilusionado, o la realidad es que el equipo mejora de manera considerable.

La doble C

Si Cuspinera tuviese potestad reglamentaria haría una ley baloncestística con dos artículos. Contraataque y compartir. Correr y asistir, en definitiva. No esconde en rueda de prensa que esas son sus armas en todos los partidos, con independencia del rival, ahora que llegan duros. Si Estudiantes aplica ambos conceptos puede competir ante cualquiera. El problema: la debilidad defensiva y mental, que hace que cuando uno de los dos artículos falla, todo se desmorona. 

Como ley, se ha cumplido en todos los partidos que lleva al frente del Estudiantes. También ayer, evidenciado tras un tiempo muerto y un nuevo parcial a favor. Y, como ley, se cumplirá de aquí hasta el final de liga.

Y llegan curvas. Joventut (próximo miércoles a las 17:30), Zaragoza y Barça de Pau Gasol. Con aún dos partidos por recuperar (la Penya es uno de ellos), Estudiantes mantiene una victoria por encima del descenso, en un grupo con cinco equipos más en un pañuelo. Pero la buena noticia, la que tranquiliza un poco más, la aportan los basketaverages: Estudiantes ha ganado a Bilbao Basket, a GBC, a Granca, a Fuenlabrada, a Betis y a Obra. Solo perdió en Murcia por 13 puntos. Es decir, seis victorias contra los rivales del pañuelo. En caso de empates (muy habituales en los últimos años), los colegiales saldrían favorecidos.

Fotos: J.Pelegrín

Tu opinión

¿Fue merecedor el Estu de la victoria? ¿A quién destacarías por encima del resto? ¿Eres tan optimista? ¿Cómo valoras el trabajo de Jota Cuspinera hasta ahora? ¡Te leemos y debatimos en los comentarios! (basta con poner tu nombre, sin registro)