Vamos a retornar
Hay condiciones, pero vamos a retornar. Es un deber histórico. Es una obligación por partidos como el de hoy. Una fiesta completa, un día redondo, el mejor desde que estamos en la segunda categoría del baloncesto español.
Juega el Estu, juegan los chavales, juega el EQUIPO ante un Palacio entregado, rebosante, repleto, inmenso. Una caldera, por fin. Un récord para la LEB Oro, 12779 espectadores. Dementes, mejor dicho.
Un rival a la altura que nos metió de 30 el primer día. Un contrincante que fue a la F4 de Girona el año pasado. No es poca cosa, así que todo tiene mucho más mérito.
Ando eufórico, pues no suelo escribir el mismo día de partido. Pero hoy toca, hoy no pasa nada por venirnos arriba. Nos lo merecemos, pues en el pozo, de vez en cuando, también se enciende una luz. O miles de ellas.
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Saben ustedes que podríamos estar en una posición mucho más favorable si hubiésemos ganado a Palencia hace unas semanas en este mismo escenario. Fue un jarro de agua fría importante. Pero hay tiempo y, por lo que empezamos a ver, equipo. Debemos cumplir de aquí a final de temporada una serie de condiciones para retornar, ya sea como primero (no obvien esa posibilidad pues Palencia y Andorra también pierden) o en Playoffs, en los que hay una alta probabilidad de disputar la Final Four en Madrid. Y ya han visto el ambiente de hoy.
Las cinco condiciones
Vamos a retornar si atacamos como hoy. Y sí, nos gustaría que fuera con calidad, pero me doy por vencido en el juego en estático, vale. Todo es 1×1, ok. Pues vamos a cantidad, que para ganar, lo que es únicamente ganar, es lo que importa.
Pues vamos a correr. Sin contemplaciones. Sin dudas. Cuando el Estu domina el ritmo de partido es un equipo imparable. Cuando roba (14 recuperaciones), castiga. Impone su físico dominante y va de cara: es el plan A, B y C de esta plantilla desde su creación. Hoy Lleida, pese a tenerlo claro, fue incapaz de bajar los decibelios. Así ocurrió, fueron a remolque todo el partido, y la diferencia de gasolina y de acierto (59% de éxito local en T2) fue la clave al final, cuando los catalanes más se acercaban. Por fin el Estu ha sido capaz de ganar y, sobre todo, DOMINAR a un rival de la parte alta de la tabla.
Vamos a retornar si mantenemos a cuatro-cinco jugadores en +10 puntos. O en otras palabras, si somos el equipo de hoy. Cuesta quedarse con uno: tienes a Leimanis y su perfecto 4/4 desde el triple; a Rubén Domínguez on fire cuando más apretaba el partido (e incluso robando, novedad); a Jorgensen que como Rubén, si tiene el día es infinito desde la media distancia, esa zona cada vez más en desuso en el basket actual en la que Estudiantes es el equipo que más castiga de toda la liga -tiene lógica cuando cumples 75 años-; a Jawara, defensor polivalente, por el que pasan todos los balones y con razón, pues hace de todo y mejora a sus compañeros, además de aportar ese toque de demencia tan aplaudido en esta parroquia; y tienes, claro, a Sean Smith, el mejor jugador del mes en el Estu, que se ha echado al equipo a la espalda sin Larsen y que es, así en general y por resumir este párrafo, un jugador espectacular para esta categoría. Sin más.
Retornaremos si hacemos del Palacio un fortín, por supuesto. No pido 13000 personas todos los días -qué impresionante lo de hoy, de verdad-, pero sí las suficientes como para acongojar al rival. No es baladí el tema, pues ya vimos el factor cancha de Girona el año pasado. Estoy pensando, por supuesto, en unos posibles Playoffs y F4. El partido de hoy frente a Lleida era el más difícil en casa de toda la segunda ronda y el club, hábilmente, aprovechó para promocionar y llenar el campo. Y, a diferencia de otras ocasiones, no tanto con entradas de empresa si no con entradas de abonados. Y se notaba en cada canasta, en cada defensa.
Se nota la identificación con el club, más un día como hoy, recordando la larga historia de la entidad. Se nota gracias a un equipo comprometido, que entiende la importancia de la camiseta que portan. Fue una de las máximas de Javi Rodríguez nada más aterrizar en la capital: hay que dotar a la plantilla de una identificación vital para conseguir las victorias en casa. Afición y equipo, un ente único, vibrante, veloz. Si luego además, el partido se calienta, pues la CARRERA es un éxito. Me pillan, espero.
Me voy a detener un poco más en esto de la identidad, que hoy toca. Identidad es tener un equipo femenino de élite -al que se le da menos visibilidad de la que merece- que no se pierde un partido del masculino cada fin de semana, que son unas más entre las casi 13000 del Wizink. Es tener la cantera más grande de Europa. Quizá no tan exitosa como antaño, pero que sigue ofreciendo la posibilidad a los chicos de cumplir su sueño y debutar con el primer equipo. Que se lo digan hoy a Michael Drame o a Alex Montero (re-debut), a pista a falta de 30 segundos para completar la fiesta.
Ese resorte a tiempo de Javi Rodríguez en el banquillo habla mucho y bien de la implicación de este entrenador con el club que le paga. Pues no siempre ha sido así y en el Estu, por contrato, deberían debutar uno o dos canteranos con el primer equipo cada año. Es así: nuestro club, nuestra historia, nuestras normas.
¿pero qué locura de foto es ésta?
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Nuestra identidad, la que plasma, como nadie, Héctor Alderete. No requiere explicación: solo hay que verle jugar (cada vez más y mejor), celebrar, enfadarse, saltar, gritar, animar, *introduzca cualquier verbo que implique movimiento*. Si Ettore quiere, será leyenda del Estudiantes. Y él, que está leyendo esto, lo sabe. Él lo sabe.
Nos quedan dos condiciones.
Vamos a retornar si somos capaces de introducir a Larsen en este momento de cierta euforia sin provocar fracturas. Pues el center es tan superior que cambia esquemas propios y ajenos. Con Jawara ya recuperado totalmente, y con Smith a este nivel, es curiosa la incógnita Larsen. No debemos olvidar que el mejor jugador que tiene Estudiantes está lesionado de manera indefinida. Y el club, como es habitual, es un candado de noticias y actualizaciones médicas. Así que podría volver mañana, o en dos meses, que es para lo que ha venido Danny Agbelese, un pívot con un físico sideral para esta categoría, pero que lleva un año sin jugar. En principio, viene a suplir el hueco de Larsen. Pero como no sabemos si el hueco es pequeño o grande, quizá hasta haya partidos que tengamos a los dos disponibles. Mucha tela que cortar en la pintura. Lo único claro es que parece que Stoilov puede volver a salir cedido. A todo esto, Estudiantes no deja de buscar en el mercado un base que minimice la lesión de Atencia (suena Josep Franch, del Girona, según Encestando). Y hace bien, pues la alegría de hoy puede ser la impotencia de mañana. No todos los días se va a meter tanto, ni se va a correr con facilidad. Y el Estu necesita refuerzos en la dirección. Que la euforia no nuble la realidad del día a día.
Por último, retornaremos donde nos merecemos si el equipo no desfallece físicamente (como el año pasado) y si no le tiembla el pulso en las grandes fechas (como el año pasado). Como el año pasado, sí, donde unos tipos curtidos en ACB se vieron sobrepasados el día del juicio final. Es la última condición, la llave para el regreso a la ACB. Pero como queda mucho para ese día, ya hablaremos.
Por el momento, hoy, y solo hoy, disfrutar del gran triunfo ante un rival duro. Y desde mañana a preparar el siguiente, que además es muy temprano: miércoles en Ourense. La lucha sigue.
Fotos: J. Pelegrín.
2 comentarios
Coyote · 29/01/2023 a las 23:16
Me encantó el artículo.
Vamos coño!!Es-tu-dian-tes!!
Ava25 · 30/01/2023 a las 08:01
Lo de ayer fue grande, sí es verdad. Tengo ganas de ver una F4 aquí en Madrid, veo al equipo muy concentrado en ese objetivo.
Al final me va a gustar la LEB y todo.
Saludos.