Costa Victoria

Publicado por Victor Plaza en

Movistar Estudiantes saborea la victoria tres meses después tras ganar a un rival directo. De la forma, el cómo y el por qué nos ocupamos a continuación, pero es obvio que lo necesario era ganar como fuese. Se hizo dominando y sufriendo al final, marca de la casa (lo segundo). Jota ya se nota.
Pero antes, un viaje con final feliz.

Va Aleksa Avramovic al timón de un barco que transita por aguas tranquilas. Quedan, según todos los parámetros, cinco minutos para llegar a tierra, por fin. La añorada Costa Victoria ya se atisba en el horizonte. La tripulación, no acostumbrada a tal calma, sonríe por fin. No es para menos: son ya tres meses de travesía marítima, con los botes salvavidas casi agotados, entre constantes tormentas y abismos y con relevo de capitán incluido. 

Ahora, a escasas millas de la costa, todo parece fluir. Pero ninguna gran aventura desprecia un final intenso, cuanto menos. Algo ocurre: la tripulación se despista en el último momento y saltan todas las alarmas en el puesto de mando. El barco pierde el norte y el choque es un hecho. Algo pasa: un iceberg invisible bajo el agua, una gran roca, un gran miedo a llegar a Victoria. Cuerdas invisibles arrastran del barco hacia el fondo del mar, como queriéndolo hundir un poco más. Como si el viaje no hubiera sido lo suficientemente largo y agónico.

Tiran las cuerdas cada vez con más fuerza. Cada vez más cerca de la costa; cada vez ahogan más, cada vez más agua en la cubierta. Pero la velocidad de crucero es imparable. Hoy no. Hoy el barco no se detiene, hoy llegará mojado pero tocará tierra prometida. Hoy se está a salvo de monstruos marinos, fantasmas pasados y caos sin sentido. Hoy respiramos.

Moraleja, y en cristiano: si llegamos a perder el partido, primero animamos al femenino en la Copa y después nos damos de baja en todo lo relacionado con este club, si el corazón lo hubiese permitido, que tengo mis dudas.

Jota Cuspinera no es Cristóbal Colón

El segundo encontró el nuevo continente de casualidad. Jota busca la costa a propósito y al segundo intento la ha encontrado. Con suficiente holgura, diríamos incluso. Si para Obradoiro el encuentro de ayer también era una final, Estudiantes se lo comió desde el salto inicial: 4-14 de parcial en tres minutos. Los nuestros reajustaron errores del pasado (acierto, velocidad en la transición, intensidad…) y mostraron su tremenda capacidad ofensiva. Hay pocos equipos (de nuestra liga) con más talento en el perímetro que este Estudiantes.

Espoleados por un crecimiento del acierto, el Estu cumplió en ambos aros, salvo en determinados momentos. Aquellos que suponen la principal preocupación a corto plazo. Sigue siendo un equipo frágil mentalmente, capaz de encajar grandes parciales en contra en pocos minutos. Del 65-85 al 87-91. Las cuerdas del fondo del mar, ¿recuerdan?. Por suerte, el tremendo bajón del final no impidió ganar. Bueno, por suerte y por algo más.

Jota tampoco es Colón porque se ha subido a un viaje en marcha que no ha iniciado él, con todo lo que conlleva. De perfeccionamiento de sistemas, de roles, de jugadores que gustan más, o menos. Por lo tanto, debe cambiar cosas y debe hacerlo rápido. Y Jota ya se nota. 

Se nota, por ejemplo, en un mayor orden en pista, producido por rotaciones más lógicas y largas. Ahora el jugador que falla no se ve relegado al banquillo al instante. Ahora los quintetos aguantan más tiempo, evitando un caos inicial bien intencionado pero que no conducía a nada positivo. Ahora priman las sensaciones en pista y los tiempos muertos son más efectivos.

Si Zamora mostraba un inicio de partido preparado, con Cuspinera se amplía ese margen, reduciendo los momentos de improvisación, logrando dirigir el partido frente al rival. Ir un paso por delante también significa unos roles más marcados: cada jugador se dedica a hacer aquello que mejor sabe. Se acabó eso de inventar por derecha, romper por izquierda, gancho aquí arriba, cambios automáticos, triple que no toca…hay orden, y todavía por pulir.

Son solo dos partidos, pero alguna conclusión hay que extraer. Por ejemplo, no se diluyen responsabilidades de un encuentro a otro. Si el entrenador pide distribuir más el balón, se hace. Barea ayer demostró el nivel que promete y de él se espera. Mucho mejor Estudiantes bajo su mandado: 13 puntos, 7 asistencias y ninguna pérdida. Hasta su entrada en los últimos minutos del final alumbró la noche que se cernía sobre el equipo. Él agarró las cuerdas y tiro hacia arriba. ¡Hasta hacemos pick and roll, pero qué locura!…

Todo el equipo sale reforzado, pero siempre hay nombres que destacan por encima del resto. Arteaga y Brown, por ejemplo. Con mejoras defensivas (dentro de sus límites) y sobre todo, con las ideas claras. A Víctor y su acierto interior, donde resuelve con facilidad, necesario ayer por los problemas de faltas de Delgado, al que los árbitros tienen en el punto de mira. Y Alec recuperó su tiro, su virtud que le convierte en un jugador poco común que rompe esquemas y es difícil de defender para su par a esos ocho metros del aro. La duda, ¿mantendrá ese acierto?.

Una pregunta que no tiene sentido para Avramovic, el jugador más regular de este equipo. El líder, qué narices. 33 puntos y 35 de valoración sin tirarse hasta las zapatillas. Puede parecer individual, pero no. No son los 1×1 de antaño. Ahora hay un trabajo previo, un movimiento de balón e incluso, otra opción antes que Aleksa. Pero el serbio responde siempre y tiene repertorio para aburrir. Además, da la sensación que la confianza que Zamora tenía en él no ha variado ni un milímetro sobre la que tiene con Jota.

Toca mención para Edwin Jackson. A años luz del jugador que fue, su presencia gana enteros en este equipo. Implicación aparte (sin dejar de ser un aspecto importante), es necesario en un puesto cojo del equipo como es el de alero. Además, logró varias canastas de mérito cuando más apretaba Obradoiro. Con Gentile recuperado, tiene pinta de que será Vicedo quién vea reducidos sus minutos, y no el francés.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Estudiantes está lejos de celebrar nada. Siguen los momentos de desconexión que en esta liga no perdonan. Ayer cuando Obradoiro logró abrir el campo y encontrar a los tiradores, Estudiantes vio casi todo el trabajo tirado por la borda. Se engancharon en los bloqueos y fallaron las ayudas. Suerte la gran ventaja en el marcador, esa que no existirá en la mayoría de partidos que quedan.

Y ah, para los que se quejan del último triple a tabla desde medio campo del Obradoiro por temas de basketaverage y tal, no seáis aguafiestas, que eran tres meses de sequía. Lo que nos gusta fustigarnos hasta cuando ganamos.

Fotos: Monbus Obradoiro

Lío a la vista

Volverá a zarpar el barco en un mar que se prevé alborotado hasta mayo. La próxima costa, la de Gran Canaria este sábado (18:00). Un rival que nada tiene que ver al que se enfrentó en la primera mitad de la temporada. Además, quedan dos aplazados con respecto al resto: Penya y Barça.

¿Tú cómo lo ves? ¿Fue superior el Estu al Obra, o tuvo suerte? ¿Crees que la mejora del equipo es evidente? ¿Lograremos la victoria ante Herbalife?

Te leemos en los comentarios (con dejar un nombre es suficiente).

 

 


9 comentarios

Ava25 · 04/03/2021 a las 03:24

Ya se me había olvidado lo que era ganar.
Hay un equipo mucho más trabajado con J, y eso que solo lleva unas semanas. Aún así, Obradoiro hizo un muy mal partido y no la metian en una piscina.
De Jackson…a mi me parece un jugador bastante prescindible, me sorprende que juegue tanto ya.
En cuanto al futuro, mi duda es cuando vuelva Gentile, poco balón para tanto jugón.
Hay que ganar en Gran Canaria porque el descenso sigue apretando y va a estar caro.
¡Vamos Estu!

Un_Demente · 04/03/2021 a las 05:49

Por fin los tiempos muertos sirven para algo. Parece que Jota tiene las cosas claras. No sé quién hizo razonar a Asensio pero le debemos esta victoria.
Buen artículo, como siempre. Saludos.

Coyote · 04/03/2021 a las 08:22

Los que dicen que hemos perdido el Basketaverage a mí que me lo expliquen quedando aún el partido de vuelta…

Anónimo · 04/03/2021 a las 10:19

Pues se nota y mucho la mano de Jota!!..con solo 4 entrenamientos con la plantilla completa…hemos doblado número de asistencias, mayor velocidad en campo abierto y en defensa cambios lógicos en bloqueos, mejores ayudas….y menos rotaciones…me encantaría encontrar con Jota una estabilidad en el banquillo del Estudiantes a largo plazo….

    Carmelo · 04/03/2021 a las 11:54

    Completamente de acuerdo! La mano de Cuspinera se nota, y mucho: on las asistencias las que faltaban, el Estu es el equipo que hace menos asistencias en toda la Liga, claro, nos jugábamos siempre el 1c1…ahora, más orden, más lógica, Roberson ha vuelto a ser base (el numero 2 de la rotación), Abramovich juega con más acierto y menos enloquecido, a mi manera de ver Arteaga tiene que dar (y puede dar) mucho más, como intimidación en la pintura y a nivel de rebotes. Esta es la senda a seguir, ¡ánimo equipo!

Anónimo 2.0 · 04/03/2021 a las 10:59

Gentile va a volver de verdad? Porque a mí eso de la recuperación del covid me suena un pco mal.

Demente Anónimo · 04/03/2021 a las 12:10

Partido perfecto durante 35′ y cambio de imagen del equipo, más sólido en defensa, sobretodo interior donde teníamos desventaja clara, transiciones muy rápidas durante todo el partido y quintetos mantenidos más minutos juntos. Pero bajonazo final yo creo que debido al miedo a ganar y al acierto que tuvieron. A seguir trabajando en esta línea que parece ser el camino.
Tema a parte del partido, que se sabe de Gentile? No parece que esté de baja por covid cuando ya jugó el partido de GBC y estuvo entrenando. Además, no estuvo en el partido tampoco

    VillaDiego · 04/03/2021 a las 16:06

    Lo de Gentile es realmente raro…y más sabiendo su implicación y su cabecita.
    Ayer no se le notó, para mí es prescindible

Capitán Ahab · 04/03/2021 a las 18:10

Algo hemos mejorado: tenemos, por fin, entrenador.

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